La llamada de Maria Jesús

Hola soy Belén. Os cuento. Ya no tenía ninguna esperanza de comprarme el piso, incluso hoy por la mañana comencé a embalar mis cosas, porque Concha es capaz de venderlo sin avisarme y enterarme cuando estén trayendo las cosas del nuevo propietario. Pero a la hora de comer ha ocurrido algo increíble, se podría decir que un milagro: mi madre me ha llamado. Me ha dicho que lo ha estado pensando y que me va a avalar en la compra del piso. Por la tarde hemos ido a firmar la hipoteca. Ahora el único problema es cómo comprarle el piso a Concha sin que sepa que soy yo. Tengo que pensar. Mañana os cuento. Adiós.

Belén llama a su madre

Hola soy Belén. Os cuento. Como ya os dije, en el banco me han pedido un aval para poder conseguir la hipoteca. ¡Si es que son todo problemas! Después de hablar con Diego, he llamado a mi madre. Al principio no me cogía el teléfono, pero lo he conseguido a la séptima vez. Le he dicho que si me puede avalar en la compra del piso y no me ha dicho nada, me ha colgado directamente. Diego me ha dicho que igual se lo va a pensar, pero yo estoy con Carmen, pienso que no me va a llamar porque no me va a avalar. ¡¿Y ahora qué hago?! Como siga retrasándome de esta manera llegará otro comprador y me quedaré sin casa. Tengo que pensar. Mañana os cuento. Adiós.

Pidiendo la hipoteca

Hola soy Belén. Os cuento. A pesar de que he decidido comprarme el piso, los problemas no disminuyen, aumentan. Diego llamó ayer a Concha poniendo otra voz y diciendo que le compraba el piso. El próximo sábado es la firma en el notario. Hoy por la mañana he ido al banco a pedir la hipoteca y me han dicho que, por el tipo de contrato que tengo en el trabajo, necesito a una persona que me avale. Diego me ha dicho que se lo pida a mi madre pero no creo que sea la mejor persona para pedírselo pero creo que no me queda otra. A pesar de eso mañana voy a llamar a mi madre para que me avale en la hipoteca. Mañana os cuento. Adiós.

La decisión del piso

Hola soy Belén. Os cuento. Primero, mi madre se ha vuelto a ir a casa de mi hermano Jorge. Volvió a mediados de Agosto, pero ahora se ha vuelto a ir. Después de pensarlo y de escuchar los consejos de Diego y de Carmen, he decidido arriesgarme y comprar el piso. Esta casa me gusta y creo que lo puedo conseguir ahora que tengo contrato de trabajo, además me ahorraré tener que volver a ser amable con Concha. Mañana por la mañana voy a ir al banco a pedir la hipoteca, espero que me la den. Lo que no sé es cómo le voy a comprar el piso a Concha sin que sepa que se lo quiero comprar yo, porque está claro que a mí no me lo vendería. Voy a pensar. Mañana os cuento. Adiós.

La proposición de compra

Hola soy Belén. Os cuento. Mi vida parece que se va a caer por un precipicio siempre y cuando lo hace me doy cuenta de que no me he caído, sigo en pie. Es una frase que decía mi abuela, alguien completamente distinta a mi madre. Concha ha puesto el piso en venta y es lo importante. Me voy a quedar sin casa... o no. Diego insiste en que sea yo la persona que le compre el piso a Concha. ¿Pero cómo se lo voy a comprar yo? Bastante es que me cuesta pagarle el alquiler como para meterme en una hipoteca. Aún me lo estoy pensando y no sé qué hacer. Tengo trabajo que es una buena manera de decir que sí, pero me lo voy a pensar. Mañana os cuento. Adiós.

Concha pone el piso en venta

Hola soy Belén. Os cuento. Aún no me puedo creer lo que ha sucedido ni lo que me está pasando. Resulta que hoy por la mañana estaba tranquilamente desayunando con Diego aprovechando que mi madre estaba en la compra, cuando ha llegado Concha y sin decir nada ha salido a uno de los balcones y ha puesto un cartel de "se vende". Le he pedido explicaciones y me ha dicho que si no voy a pagar los 1.000 euros de alquiler que vende el piso. ¡¿Y ahora yo qué hago?! Me veo en la calle, lo que me faltaba, tengo que hacer algo pero no sé el qué. Necesito pensar. Mañana os cuento. Adiós.

La subida de alquiler

Hola soy Belén. Os cuento. Aún no me creo lo que ha pasado. Resulta, que como ya os dije, Concha me tenía acorralada totalmente para venir a hoy a casa a cobrar el alquiler de este mes. Había 450€ en billetes pequeños, para confundirla, no tenía más dinero a pesar de que Diego quería poner más de la cuenta. Cuando llegó no cogió el sobre y me dijo que ahora el alquiler no eran 600€ si no que eran 1.000€. Me quedé con la boca abierta pensando que era una broma y cuando vi que no lo era le dije que no le iba a pagar 1.000€ todos los meses por el piso. Ella me dijo "atente a las consecuencias". No sé lo que hará, pero me da miedo. Mañana os cuento. Adiós.

Belén no quiere ser una mantenida

Hola soy Belén. Os cuento. Mi vida económica sigue en mal estado. He notado que Carmen está harta de prestarme dinero, por eso no le voy a pedir más y a intentar conseguir lo antes posible el dinero que le debo para dárselo. Mi madre no me ayuda casi nada, por no decir nada. Diego me ha dicho que se quiere hacer cargo del alquiler, para que yo le devuelva el dinero a Carmen. Yo le he dicho que no quiero ser una mantenida, que quiero ser independiente. Sé que sólo me quiere ayudar, pero de esta situación quiero salir yo sola. Y encima mañana vien Concha a por el alquiler. He estado toreándola desde principios de Septiembre. Mañana os cuento. Adiós.

Harta de prestar

Hola soy Carmen. Os cuento. Mi vida ha cambiado durante estos dos meses, aunque en realidad, no mucho sólamente en algunas cosas. Sigo viviendo sola en el 3ºA de Desengaño 21, y estoy muy feliz con Emilio, ahora que todo el mundo sabe que estamos saliendo. Sigo trabajando como dependienta en "El Corte Inglés". Lo único que ha cambiado es que le tengo que pedir dinero a mis padres a veces, y no porque tenga problemas económicos, si no por dejárselo a Belén. Estoy harta de tener que estar prestándole dinero cada dos por tres, y el dinero de la primera vez que me pidió hace dos meses, aún no me lo ha devuelto. Yo no sé qué va a hacer Belén. Mañana os cuento. Adiós.

Sin encontrar compañera de piso

Hola soy Belén. Os cuento. Ya han pasado dos meses desde que Alicia se marchó a Palencia para comenzar una nueva vida en el mundo de la interpretación. La echo mucho de menos, sobre todo por el dinero del alquiler. Estoy por debajo de los números rojos. Encima mi madre casi no aporta dinero, por no decir nada, a este paso va a ser la hija la que mantenga a la madre. Concha se pone muy pesada para pedir el alquiler, pero ya he enseñado a mi madre a esconderse. Carmen me deja dinero, pero creo que estoy abusando mucho de su sueldo. El mío no me dura nada con todos los gastos que tengo. En cuanto a temas sentimentales, sigo con mi Diego muy feliz, él aporta dinero para la casa, ya que vive con nosotros. Espero encontrar pronto una compañera de piso. Mañana os cuento. Adiós.